A LA INNOMBRABLE

Cuando se regresa de la oscura soledad
todo cobra un sentido y sabor inefable.
Mirando alrededor cada ser se vuelve
sólo un alma incandescente intentando...

Cuando la soledad te abre sus ojos para dejar de ser incomprendida
y entiende que la percibís sin miedo
tu cuerpo abandona la piel
comienza a sentir en carne viva
sus dedos de fuego azul.

Entonces los sentidos torturan de amor:

Escuchás a los ángeles gemir
puentes de sol en los abismos,
tus dedos ya no perciben... perpetran al silencio,
la lengua se aquieta, porque si se mueve perfora un mundo

ese aroma que calcina que enloquece
es el de Edén antes de su fin..
Y tus ojos
tus maravillados ojos
hablan tanto con tu propia muerte
que la tristeza pierde su esencia

entonces
como una sombra de fiebre habituada a lo inhabitable
te aferrás a algún alma
que cansada como tu alma
intente con sus sueños
lo que intenta un pedacito de nube al rozar el sol.

(Porque ella ha desnudado el sentido de la existencia

 y el sentido ahora 

es sobrevivir a saberlo...)

RENACE

Es una fracción de tiempo la que alumbra:
pequeña llama entre las manos
frías de soñar despierta.

Cansancio.
Hambre.
Temblor.
(Es uno de esos tesoros
en los que una estrella
te mantiene de pie)

magullo el alma
para extraer
la voz
que sobre el papel se apaga...

renace esperanzando otro amanecer.
Sonrío.