Admiro la valentía
de extender tus alas heridas para sobrevolar la tempestad...
y de tomar el dolor entre tus párpados y cerrarlos
como en una plegaria inocente:
Porque cuando se abren y consigo mirarte
se ven reflejadas
las luces de la muerte
la oscuridad de la vida
el misterio del tiempo...
y me pierdo
en esas flores negras que asoman de tus ojos
y me encuentro
estremeciéndome mirando
al espejo.