Ha venido a llevarse la niebla.
Como un sol viento entre los árboles...
dolor luz ardiendo en la intemperie:
así carcome a su paso
así
anega caprichoso
/como la magia calcinante
inimaginable a tu comprensión...
inefable a tu alma./
Se llevó la niebla
y la niebla lloraba entre sus dedos
deshecha mientras la arrastraba
/ígnea agonizante de cenizas/
lloraba al sentir que su cuerpo
jamás volvería a invadir el alba...
Porque el amor con su fuerza
apareció de la nada
descomunal
hechizante
a demostrar
que aún
existe.
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