amaneciendo en el paraíso
después de tanto infierno
una mano se me acerca
y para mi sorpresa… me acaricia
mi mirada es un perro
golpeado por su dueño
mi sonrisa una contraseña
que nadie descifra
si el cuerpo gritara todo
lo que el alma le hizo
en aquel pasado sucio
de paredes húmedas:
los labios sellados
las garras que obligan
la fe embalsamada
la muda tortura
tal vez entenderías
que fui lo que hicieron...
que estuve en coma
por muchos años
la noche, el gemido
los otros perversos
que viendo el dolor
miran hacia otro lado
a veces regreso
de soñar la pesadilla
y estás acá dormido
y respiro al encontrarte...
...pero otras veces ciega
despierto y tiemblo
y me cuesta creer
que la calma es estable
y sin importar cuanto luche
habrá días de vacío
de recuerdos imborrables
de voces inocentes
de tropezar a oscuras
de desear el olvido
de madres sin hijos
de buscar entre la gente
tal vez soy una moneda que al alba gira...
allí está otra vez con su vestido naranja
nadie entiende porqué lloro cuando veo a la niña
...de que lado caiga depende el alba
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