nadie negocia con las horas visitantes
y todos buscan un atajo al cielo de la libertad
pero sólo hay placebos de pies vacilantes
cuento descartable narrando la noche satisfecha
de cama carcomida por dos extraños
el había una vez de sombras que se entreveran
para regalarse un derroche necesario
esa fiebre desconocida colma el alma solitaria
esa luz desprendida recrea la mañana en mi anochecer
cubierta de besos muere muy joven
los que admiramos su fulgor no logramos entender:
¿quién apura tu vida que reencarnas intermitente
bella sombra fénix pálida...?
¿habrá un hacedor para tu contorno ardiente
que hiela la sangre de quien te amarra?
Las piernas tiemblan al poco tiempo de soñar
zumban su deseo si nadie las escucha
se frotan si imagino verte llegar
con ese candor que duerme mi lucha..
¿quién hizo a la carne maravillosa y frágil
tan imperfecta tan convincente,
que con el simple rozar de un pétalo húmedo
se olvida el desvelo, se pierde la mente?
Los brazos transpiran al poco tiempo de abrigar
a esa fría criatura que busca la calma
otros huirían luego de refugiar
tu tierna seda deshilachada blanca espalda
pero sólo veo sobras de la vida anterior
el después de derrumbar paredes de palabras
un caos provocado junto a ese ser desconocido
un ángel que nada sabe sobre mi vida amarga...
no sé arrepentirme, tampoco lo intento
la mañana viste sombras desnudas
el sol esteriliza lo sombrío del ayer
dejando solo esta sucia pasión moribunda
que nos mira y se ríe
hasta desaparecer
No hay comentarios:
Publicar un comentario